martes, febrero 13, 2007

Quedan tres horas.

Quedan tres horas por este lado del mundo para que termine el "fatídico" martes 13, en el cual, como de esperarse, no ocurrió nada fuera de lo normal, todo típico, por decirlo así. Realmente desconozco cual sea la causa o el origen de esta superstición, pero de igual modo, para aquella gente supersticiosa, no os preocupéis (o por el contrario, preocupaos más) puesto que el próximo mes también será martes 13 (por aquello de que febrero tiene 28 días y hace que marzo corresponda). Igual creo que creer en eso son una serie de tonterias, del mismo modo que la supuesta capacidad esterilizadora y abortiva de los eclipses de sol y de luna. Por otra parte, mañana es 14 de febrero. Pienso que ese día lo crearon los chocolateros, los floristas y los impresores de tarjetas para recuperarse de la depresión consumista post-navidad y que les diera el impulso suficiente para sobrevivir hasta el día de las madres. Pienso también que si quieres a alguien, no tienes que tener un día en especial, cualquier día es especial. Mentiría si dijera que a veces no me dejo llevar por la parafernalia del día. Mentiría también si dijera que cuando las personas andan en el ánimo del día, me resulta díficil, ya que tiendo a sentirme solo. Pero tampoco miento al decir que anoche y esta mañana sentí algo de esperanza...

También digo que yo aprecio a mis compañeros. A mis amigos los quiero. Y no me da miedo decir "te quiero" si en verdad lo siento.

Saludos a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me da gusto ke ya escriba con un poco mas de ganas por vivir hechela ganas ya sabe ke aki ando para lo ke kiera