lunes, julio 19, 2010

Pray the night.

Is it any wonder? I don't know. Yeah, that's my favorite phrase, whatever. I was banished from the kingdom of the good and true. So I stand here. I was planning to write on things that happened long ago (May) but suddenly I felt so angered and bothered, so I decided that was meaningless. Just as everything seems to be. Reality daunts me as I try to grasp it and to decide what to do. In any case, that effort turns into a complicated net of perceptions, feelings and comparisons. Trying to find answers doesn't look like the right choice. May was a turmoil..confusion, and impending deadlines. June becomes intense heat and a feeling of What the fuck am I doing. July morphs into fear of everything. I would like to have hope. Or better than hope. Faith. Hope is expect. Faith is being sure. Being sure that things might have a meaning and that life is more than fear, than anxiety, than shame, pain and suffering.

lunes, julio 05, 2010

¿Es realmente necesario?

Eventualmente seguire con algunas otras reflexiones. Pero ahora es verano, fin de cursos escolares en los paises del hemisferio noroccidental. Y yo me pregunto....¿es realmente necesario tener que tragar todas las malditas ceremonias de graduación?. Son una verdadera pena. Primero que nada gran parte de las escuelas utilizan una musicalización cursi y trillada, claro, pero siempre tratando de dar "realce" o como se diga al evento. En segundo, prácticamente se esta acostumbrando hacer una maldita graduación para cada ciclo: guarderia, jardín de niños, primaria, secundaria, preparatoria, etc. Las graduaciones supuestamente eran para otorgar títulos: bachiller, licenciado, doctor. ¿Por qué carajos entonces hacer las de secundaria, primaria y jardín? Estupideces y pérdida de tiempo. Prácticamente sólo los masoquistas gustan de estas ceremonias vanas.

Para colmo, como ahora cualquiera se "gradua" hasta de licenciatura, (ohh y esto es motivo de vanagloria para los directivos) estas ceremonias suelen ser masivas. Hablan a cada promovido uno a uno entregándoles sus "documentos" (que en la mayoría de los casos, dada la burocracia del sistema educativo y la premura de los planteles, no son más que una carpeta con una hoja medio impresa representando dichos documentos, los cuales llegan meses después).

Además, muy probablemente la ceremonia tendra lugar en un salón de eventos (el cuál estará bastante lleno, amontonado, caluroso, con un mobiliario bastante incómodo y decoración de unicel-nieve seca muy ordinaria), en un gimnasio (lugar no diseñado para este tipo de eventos, si bien algo menos incómodo), o con suerte un buen auditorio (rogemos porque no le afeen con su decoración).

Ahora, el aspecto técnico. Con la llegada de la tecnología ahora lo "in" es mostrar diapositivas por medio de un proyector electrónico. La realidad es que, dadas las condiciones de iluminación, es casi seguro que la proyección no se aprecie bien o ni siquiera sea visible. Ahora, no sé, pero cualquier presentación pierde totalmente su impacto si es posible ver "tras bambalinas" todo el proceso. Concretamente: las aplicaciones más populares de presentación (Power Point, Presentations, Open Office, Keynote) tienen una opción para evitar que veamos el escritorio del la computadora en cuestión, ver como el encargado inicia su sistema operativo, hace click, abre el archivo (y de paso vemos en la memoria toooda su creatividad para nombrar) y comienza el pase de diapositivas. Pero no, ya se paso, regresa otras cinco diapositivas hasta que ya queda listo para empezar. Y no me hagan hablar del sonido. El sonido tiende a ser horroroso.

La organización tiende a ser nefasta, todos quieren estar encima del graduando, los fotógrafos se amontonan y si ya tuvo a bien empezar el evento (raro si es puntual) y empiezan a besarle el #@l0 a los representantes de las autoridades (las autoridades siempre estan muuuuy ocupadas en cosas importantes como para asistir). Comienzan discursos interminables donde se mezcla la lambisconería, la falacia y el proselitismo político entre otras cosas. Numeros musicales y artísticos, me parecen bien, siempre y cuando sean breves y atinentes, y no interminables y mal organizados. Es una graduación, no un maldito recital o concierto.

Tampoco pueden faltar los niños corriendo por cada pasillo, los bebes llorando (para que diablos los llevan...si alguien no disfruta estos eventos, son ellos), la gente llegando tarde, apresurada para cumplir el "compromiso" con su familiar atravesando los angostos pasillos donde la gente se encuentra ya apiñada, sudorosa, olorosa, acalorada.

Año con año se empeñan en repetir este miserable ritual, cada vez en formas mas barrocas (que a fin de cuenta derivan en un espectáculo Kitsch...bueno ni siquiera kitsch). Nadie lo disfruta, es un gasto innecesario. Si hay que hacer una ceremonia, que sea breve, discreta, elegante, agradable, donde permanezca un buen recuerdo, no un deber malentendido e incomodidad innecesaria durante 3 o mas horas.