Interesante iniciativa a la cual me he decidido sumar. Aun para comunicar a mis 4 o 5 lectores algo que probablemente ya sepan, pero igual, he ya hice mi elección. Curiosamente, estos días se entrego el premio Nobel de la Paz y el acreedor a este fue el exvicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore. A pesar de la polémica que ha surgido en torno al calentamiento global y el cambio climático, sobre si es cierto o no, hay un punto muy importante. La contaminación daña al planeta. Al planeta como sistema y todos sus subsistemas, clima, procesos biológicos, seres vivientes. Independientemente del hecho de que se discuta o no el cambio climático, es un hecho que los procesos de contaminación conllevan a una degradación progresiva de la que nadie se salva. O mejor dicho, de la que nadie nos salvamos. Porque invariablemente, cualquier afectación a los sistemas y subsistemas de la naturaleza, independientemente de su magnitud aparente, terminará por afectarnos a nosotros como individuos y especies. ¿O es que acaso, los que vivimos en el hemisferio norte, no es hora ya de que empiece el frío de otoño que aún hace pocos años sentíamos?.
Nosotros, como únicos seres concientes y capaces de modificar el entorno, somos entonces, bajo esa definición, los únicos seres capaces de protegerlo y de restaurar en la medida de lo posible el daño hecho. Y no es necesario que vayamos a atarnos a un árbol a la selva del amazonas. Tampoco es necesarío ir a manifestarnos al polo norte. No, el gran poder que poseemos radica en acciones tan sencillas como apagar las luces que no necesitamos, utilizar hojas de papel reciclado, o reciclar nosotros mismos.
Acciones como estas son determinantes y bien podríamos recordar el famoso proverbio chino que siempre es mencionado cuando se hace referencia a la teoría del caos: "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo". Tal vez estas pequeñas acciones sean así, aleteos de mariposa...
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