A pesar de todo este año tuvo algunos puntos buenos, en contraste con lo que los he sometido a lo largo del mismo en el blog. Uno de estos puntos fue un viaje que hice a la Sierra (montañas) de Chihuahua. Un momento en especial fue al estar subiendo un sendero. Hacía frio y la subida era demandante físicamente. Iba caminando solo en ese momento. Y fue justo en ese momento, al estar cansado, sudando respirando el aire de la montaña y sintiendo el viento golpearme la cara, cuando me sentí en contacto directo con Dios. No fue algo "místico" ni vi cosas extrañas, sino que sentí una paz que me hizo olvidar todo en ese momento. Y llamándo a Dios de distintos modos (igual no importa, yo siento que es el mismo, en donde estes y como le llames). Fue un momento de gracia y a pesar de todas las dificultades vividas, atesoro ese momento y espero poder vivir algo asi pronto.
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